jueves, 29 de abril de 2010

MALDITOS HACKERS


Entraba al messenger como todos los fines de semana, a revisar mis correos y también si alguien me había dejado comentarios en este querido blog. Alguien entra en línea, es mi queridísima amiga Ariana, cómo no recordarla con cariño si era una amante excelente y sobre todo siempre tenía tema de conversación. Cuando nos separamos quedamos en que nos veríamos cada vez que ella o yo tuviéramos ganas de coger sin compromisos, pero uno nunca debe de creer en la palabra de una mujer, porque después que me dijo eso, solo la vi cuatro o cinco veces, luego de eso se enojó por algo que hice y no me volvió a llamar (como si lo que hice fuera tan grave, pero eso algún día lo contaré).

De todos modos, siempre es grato encontrarla en el MSN, charlar de los buenos tiempos y de los malos también, porque me voy dando cuenta que en estos tiempos ya nadie escucha ni presta atención, han sido muchas las mujeres a las que les he caído bien solamente por escucharlas, o por fingir escucharlas que tampoco es tan difícil (solo basta decir: “oh que bueno” y “me alegro por ti”). Si los hombres supieran que las mujeres desean siempre ser escuchadas y sentirse importantes, estoy seguro que les iría mejor con sus novias. Y los hoteles estarían llenos y la población aumentaría a pasos agigantados, pensándolo bien, es mejor que las cosas sigan como están para no dañar el orden que ya tiene el universo.

Pero volviendo a mi amiga Ariana, al saludarla demora en responderme, para luego decirme: “y tu quien eres?”, era evidente que no era ella, sino alguien que había entrado a su correo sin permiso. Esas cosas me fastidian, porque luego intentan sacar información haciendo preguntas que hasta parecen estúpidas. Yo por hacerlo enojar le digo: “Como no me vas a recordar, si juntos la pasábamos de maravillas demoliendo hoteles”. La otra persona algo incomoda me sigue preguntando: “cuando fue la última vez que estuvimos juntos”, yo le respondo: “no lo recuerdo, estábamos tan ebrios, creo que en casa de tu hermana”. La plática se puso más picante, incluso le hablé de lunares que tenía en ciertos lugares que nadie más puede ver (esto es muy cómico, porque yo tampoco he visto esos lunares, solo los inventaba, pero díselo a un novio celoso y siempre te lo van a creer). Hasta que llegamos a un punto que era momento de quitarnos los antifaces, el chico me confesó que era novio de Ariana y que estaba pensando muy seriamente en formalizar su relación, pero como todo hombre, debe ser desconfiado y saber qué cosas oculta una mujer, es mejor descubrirlas uno mismo.

Yo lo entendí, así que le dije que entre ella y yo jamás sucedió nada, que solo lo estaba haciendo enojar porque sabía que era un hacker (o un aprendiz de “lammer”), pero que yo nunca me cogí a su novia y que esos lunares que mencione no existían (espero que no existan, porque nunca me fije bien). El tipo se mostro más amable conmigo, hasta me dijo que era un caballero (si, plop) y que con gusto nos podemos encontrar un día y tomarnos unas cervezas como buenos amigos. Yo preferí evitar todo contacto en persona porque nunca se sabe que loco te puedes encontrar. Pero me moría de curiosidad de saber algo. Le pregunte qué ya que entro al correo de su novia, si había encontrado algo sospechoso, quizás había un tercero que ninguno de los dos estaba enterado. Pero me dijo que su correo estaba limpio, que hasta le daba orgullo tener de novia a alguien tan inocente (jaja).

Pero estos hackers nunca están quietos, es por eso que mientras charlábamos me envió un archivo que parecía peligroso, yo lo acepte sabiendo el riesgo que corría, pensando que quizás lo pueda usar para alguna travesura. Pero para mi mala suerte, el virus era demasiado fuerte, tanto que daño la computadora que estaba usando y lo que es peor, daño mi Usb donde guardaba todos mis escritos, mis fotos inocentes y de las indecentes también. Llevo muchos días sin escribir, pero publicaba los escritos que tenia guardado, sabiendo que vendría épocas difíciles y sin inspiración. Ahora por culpa de este loco entupido y celoso, estoy en problemas para recuperar tantos escritos que quizás ya nunca publicaré. Odio a los hackers, y solo por ese odio que le tengo a este tipo, es que llamare a Ariana este fin de semana para divertirnos un rato. Esta va por ti maldito!!.

viernes, 16 de abril de 2010

EL COMIENZO DEL FIN ?


Después de un mes en este nuevo trabajo, parece que lo puedo soportar. La vida va tomando nuevos rumbos y eso me ayuda a ordenar mis ideas. Por lo pronto me han cambiado al horario de la noche, al menos así puedo dormir hasta muy tarde, eso de levantarme temprano no es para mi. Estoy en la facultad de ciencias de la comunicación, rodeado de chicas no solo hermosas, sino también adineradas. Cuenta la leyenda que una de esas alumnas fue detenida por mandar matar a un familiar suyo y así poder heredar cuatro millones de dólares. Aquí todos los estudiantes tienen una cuenta en el banco que asustaría a cualquiera.

Ayer vinieron a buscarme tres hermosas estudiantes de periodismo para entrevistarme, por un momento pensé que era por mis dotes de escritor, que por fin de tanto publicar en este blog me había hecho famoso. Pero solo era algo de rutina, querían mi opinión acerca de la relación entre los hijos y los padres. Ellas tampoco me creían cuando les dije mi verdadera edad (pensaban que era mas chico), mucho menos me creyeron cuando les dije que había bebido y trasnochado mas de lo que ellas algún día soñaran. Se supone que para todo el alcohol que me metí, yo debería estar hecho pedazos, aunque yo siempre les digo que deberían revisarme por dentro, ahí esta el detalle.

También me di con la sorpresa que ya me había cogido a una estudiante de psicología de esta universidad, la reconocí enseguida en el comedor, mientras besaba a su novio tres mesas delante mió. Fue el año pasado en la reunión de un amigo, no sabia que esta chica tenia tanto dinero como para estudiar en este lugar, a decir verdad, nunca se me ocurre preguntar esas cosas. Lo mío es coger, mentir para coger y no hacerme líos después.

Este es un lindo lugar, hay muchas aéreas verdes, de noche parece un bosque grande y yo me siento un lobito feroz de verdad cuando paso por ahí. Estoy en la facultad de ciencias de la comunicación, así que no sería nada raro que alguno de estos alumnos llegue a ser un actor o periodista famoso y podamos verlo en televisión. Incluso algunos profesores ya son celebridades.
Sin embargo todavía siento que este no es mi lugar, pero lo peor es que presiento que algún día lo será. Y me acostumbraré, dejaré de escribir, andaré pensando a futuro como todo el mundo, me gustara usar camisa y corbata, ya no hablare de Borges sino de la globalización. Dejare de imaginar historias por andar viviendo en la realidad. Esta es la primera vez que demoro tanto en escribir una sola entrada, no sé cuantos días han pasado desde que la comencé a redactar… y eso me ha dejado muerto de miedo.

sábado, 10 de abril de 2010

OJOS QUE NO VEN


Yo siempre fui muy distraído, descifrar los detalles no era mi mejor materia, si alguien a mi lado se cortaba el cabello yo nunca lo notaba, si mis hermanas se ponían un traje recién comprado en alguna reunión también se me pasaba desapercibido, no recuerdo si algunas de mis parejas hayan tenido puesto un collar, pendientes, pulseras o anillos en las manos aunque todas ellas jurarían que así fue. No recuerdo el color de los ojos de nadie, ni el color de sus zapatos ni nada que tenga que ver con la percepción minuciosa de los sentidos de la vista. Y solo por ese pequeño detalle he tenido muchas anécdotas como aquella vez cuando recién empezaba en estos menesteres.

Tenía dieciséis años y aun estaba en la escuela, no sabía mucho de mujeres, era casi un bebe de pecho en esas cosas del amor y las aventuras, pero me moría por aprender. Cada mañana que iba camino a mí escuela me topaba con una chica muy linda. Aunque yo llevaba una cara de sueño, podía ver cierta belleza en su rostro, una belleza que para un chico de mi edad podía ser abrumadora. Los encuentros se fueron haciendo rutina, aquella chica pasaba casi todos los días por mi lado oliendo a jazmines, mientras yo nunca pude decirle una sola palabra debido a mi extrema timidez.

Pero cierto día mi prima me hace un comentario sorprendente, aquella muchacha que veía todas las mañanas era sobrina del dueño de la bodega que está en la esquina de mi calle, sobrina que se llamaba Karen y que esa mañana le había preguntado a mi prima por mí. Quería saber cómo me llamaba y qué edad tenía, es que Karen tenía tres años más que yo y quería saber que tan nene era para ella. Mi prima hizo bien en aumentarme la edad, aunque parezca algo viejo para seguir en la escuela lo importante era no desentonar a mis intenciones de tener algo con aquella chica que se veía muy buena.

Pero para mi sorpresa aquella muchacha dejo de toparse conmigo cuando iba a la escuela, una semana entera sin verla y se me hizo muy raro. Maldije mi timidez, si al menos tuviera la valentía de hablarle a una mujer de frente no tendría que estar pasando estas penurias. Estaba decidido, me sentía suficientemente capaz de hablarle a Karen apenas la vea cruzarse en mi camino, sentía que no debía desaprovechar ni un encuentro más. A la semana siguiente, luego de varios días de espera, mientras bajaba camino a mi escuela, vi venir a Karen tan linda como siempre, este era el momento, mi momento. Empuñe mis manos que sudaban a chorros, engrosé un poco la voz para sentirme fuerte, camine frente a ella, la mire a los ojos y le dije mi nombre (mi nombre real), le dije que siempre la veo pasar y también si aceptaba encontrarse conmigo mañana en la noche en la plaza central. Ella aun sorprendida por el abordaje, se notó temerosa y ante un breve silencio mirándome confundida me contestó: “No, gracias”.

Fue un golpe duro para mi hombría, como pocas veces había vencido mis temores, había matado los demonios de mi inseguridad, para que aquella chica que me gustaba tanto me tumbara al suelo con su lapidario: “No, gracias”. Pensé que era mejor seguir siendo tímido, al menos si no lo intentaba no iba a fracasar tan bruscamente como en este caso, estaba condenado a ser un perdedor con las chicas por el resto de mi vida. Sin embargo dos semanas después mi hermana llega con una invitación de matrimonio diciendo: “Se casa la sobrina del abuelo de la esquina!!”, mis ojitos se pusieron pálidos, inmediatamente pregunte: “Se casa Karen??”, pero ella muy sonriente y extrañada me respondió: “Ella no, la que se casa es Flor, su hermana gemela“.

Malditos detalles, eran dos personas distintas y yo me había lanzado con la persona equivocada, me preguntaba si tendrían algo que las diferencie a ambas, pero luego llegue a la conclusión de que si lo tuviesen yo jamás lo notaria, por mi escasa percepción. En esa ocasión tiré la toalla, no la volví a hablar mas, seguí intentando con las otras chicas, porque a pesar de todo, este lobito estaba en proceso de aprendizaje, entrenando para ser un semental, un malhechor de las féminas, buscando talvez mi apelativo de “feroz” en las oscuras noches de Lima.